En un contexto donde se piensa una Argentina caracterizada por la hegemonía del modelo productivo del agronegocio, este libro nos interpela e indica la presencia de "otro campo" hacia el interior profundo de nuestro país. El Noroeste argentino muestra una estructura agraria con una importante presencia de explotaciones sin límites definidos donde la comunalidad juega un papel central. Lejos de ser reductos del pasado o un rasgo de sociedades precapitalistas, las diversas experiencias contemporáneas presentes en el espacio rural permiten visibilizar la pervivencia de prácticas comunales, en base a las cuales es posible discutir las estrategias que emplea el campesinado para recrearse, como así también para pensarla posibilidad de modelos de desarrollo agrario alternativos.